Cómo destapar un fregadero: guía fácil para solucionarlo tú mismo

7/8/2025

Como desatascar un fregadero
Como desatascar un fregadero

Pocas cosas resultan tan molestas en una cocina como un fregadero que no traga bien el agua. Un atasco de tuberías no solo entorpece las tareas cotidianas, sino que también puede ser señal de un problema mayor si no se actúa a tiempo.

Lo bueno es que, en la mayoría de los casos, no hace falta llamar al fontanero: existen métodos caseros y efectivos que pueden resolver la obstrucción en pocos minutos. En este artículo te explicamos paso a paso cómo destapar un fregadero, por qué se atasca y qué hacer para evitar que vuelva a ocurrir.

¿Por qué se atasca el fregadero en casa?

Aunque el fregadero esté diseñado para el uso diario, no es raro que con el tiempo acabe acumulando residuos que dificultan el paso del agua. El principal enemigo suele ser la grasa que se desprende de los alimentos cocinados: al enfriarse, se solidifica en las paredes de las tuberías, creando una capa cada vez más gruesa. A esto se le suman restos de comida, jabón, café molido o incluso partículas de cal si vives en una zona con agua dura.

Los primeros síntomas de un atasco son bastante evidentes: el agua empieza a bajar lentamente, puede haber ruidos tipo “gorgoteo” y, en algunos casos, aparecen malos olores que suben desde el desagüe. Si ignoras estas señales, el problema irá a más hasta que el agua no drene en absoluto.

Limpieza del sifón

Antes de probar cualquier método casero, lo más sensato es comprobar si el atasco se encuentra en el sifón, la curva en forma de U que hay bajo el fregadero.

Esta pieza está diseñada para retener una pequeña cantidad de agua (que actúa como barrera contra los olores del alcantarillado), pero también es un punto habitual donde se acumulan residuos. Para limpiarlo:

  • Coloca un cubo o barreño justo debajo del sifón para recoger el agua que caerá al desmontarlo.

  • Con ayuda de una llave inglesa o simplemente con las manos si es de plástico, desenrosca los dos extremos y retira la pieza.

  • Limpia bien el interior eliminando restos sólidos, grasa o pelos. Puedes ayudarte con un cepillo o con papel absorbente.

  • Vuelve a colocarlo asegurándote de que las juntas están bien ajustadas y que no hay fugas al volver a usar el grifo.

Este simple gesto soluciona una gran parte de los atascos sin necesidad de productos ni herramientas especiales.

Modos caseros para desatascar un fregadero de forma sencilla

Si el sifón no estaba obstruido, puedes recurrir a varios remedios caseros que son seguros, económicos y efectivos. Uno de los más conocidos es la combinación de bicarbonato de sodio y vinagre. Al mezclarse, producen una reacción efervescente que ayuda a disolver residuos orgánicos adheridos a las paredes de la tubería. Lo ideal es:

  • Verter media taza de bicarbonato por el desagüe.

  • Añadir media taza de vinagre blanco.

  • Tapar el desagüe y dejar actuar durante 20 o 30 minutos.

  • Finalmente, verter un litro de agua muy caliente para arrastrar los restos.

Otra variante que suele funcionar bien es la mezcla de sal gruesa y bicarbonato a partes iguales. Añades la mezcla al desagüe, dejas reposar unos minutos y después viertes agua hirviendo. La sal actúa como un abrasivo suave, ayudando a despegar la suciedad acumulada.

También puedes usar un desatascador de goma (el clásico “chupón”). Llena el fregadero con un poco de agua, tapa el rebosadero con un trapo mojado (para evitar que se escape el aire), y presiona el desatascador firmemente varias veces. La presión debería mover la obstrucción.

¿Y si el atasco persiste? Métodos más avanzados

Cuando los métodos caseros no son suficientes, hay herramientas más específicas que puedes utilizar. Una de las más efectivas es la sonda o serpiente de fontanero: un cable largo y flexible que se introduce en la tubería girando hasta empujar o romper el tapón de suciedad. Es muy útil en atascos más profundos, especialmente si el problema está más allá del sifón.

Otra opción es usar productos químicos desatascadores, aunque conviene usarlos con precaución. Contienen sustancias como hidróxido de sodio (sosa cáustica), que disuelven grasa y residuos orgánicos, pero también pueden dañar tuberías de plástico si se abusa de ellos. Siempre hay que leer bien las instrucciones, usar guantes y ventilar el espacio.

Algunos modelos modernos de desatascadores funcionan con aire comprimido o con efecto pistón. Estos dispositivos generan una presión intensa en un solo disparo, lo que puede ser muy eficaz para liberar obstrucciones rebeldes.

¿Cómo evitar futuros atascos en el fregadero?

Prevenir un atasco es mucho más sencillo (y barato) que solucionarlo. Lo más importante es no verter grasa, aceite o restos de comida por el desagüe. Aunque parezca que se diluyen con el agua caliente, acaban formando capas sólidas dentro de las tuberías. Lo ideal es limpiar bien los platos antes de fregarlos y vaciar restos sólidos en la basura.

También puedes colocar un colador metálico o de silicona en el sumidero. Es un gesto simple que retiene sólidos como arroz, cáscaras o migas, y se limpia fácilmente. Además, hacer una limpieza mensual preventiva con agua caliente, vinagre y bicarbonato ayuda a mantener las tuberías libres de residuos.

Si vives en una zona con mucha cal, puedes instalar un filtro antical en la toma de agua o aplicar periódicamente productos desincrustantes para evitar que las sales se acumulen y reduzcan el diámetro interior de las tuberías.